La lengua de madera y el márqueting son necesarios para vender una democracia para una minoría capitalista como si fuera una democracia para toda la sociedad. Para ello no se escatiman medios ni recursos públicos que a su vez suponen también negocios privados.
Es el ejemplo de cientos de consultoras, fundaciones, agencias de publicidad, de márqueting... que se benefician de los circos electorales y lavados de imagen que necesita la democracia burguesa.
A la multinacional Indra le benefician desde las elecciones en Irak (contrato por 130 millones de dólares para los abril de 2014) hasta las próximas elecciones europeas en España (contrato por 13 millones de euros).
A la Fundación Alcalá Innova le conceden 7,2 millones de euros de dinero público para mejorar la imagen del alcalde socialista de Alcalá Antonio Gutiérrez Limones.
Una democracia de una minoría contra una mayoría necesita de mucho márqueting diario a través de todos sus medios de comunicación para hacer creer de lo contrario.
Y lo contrario será aquella democracia donde los trabajadores eligan a sus representantes directamente en sus centros de trabajo, en sus barrios, pueblos, centros de estudio y formación, cortijos... sin intermediación de partidos políticos que impongan sus candidatos. Porque es ahí donde mete su mano podrida el Capital.
ABAJO LA DEMOCRACIA BURGUESA DE ESCAPARATE
POR LA DEMOCRACIA OBRERA Y POPULAR
POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO
POR EL SOCIALISMO
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