No hay día que no nos taladren los oídos los grandes medios de
manipulación con lo agradecidos que hemos de estar los pueblos de
Europa a los «padres» de la Unión Europea, y con el «nunca más».
En momentos en los que gran parte de la población europea cuestiona la
legitimidad de sus parlamentos y Estados capitalistas, estas
instituciones al servicio del gran capital europeo necesitan más que
nunca balones de oxígeno.
Así justifica el jurado noruego del Premio Nobel su decisión:
"La
Unión y sus precursores han contribuido durante seis décadas al avance
de la paz y la reconciliación, democracia y derechos humanos en Europa"1
El diario El Pais por su parte considera que "la paz es consustancial a la UE, cuya diplomacia busca siempre […] el mejor modo de resolver conflictos".
No se puede ser más cínico: el mismo origen de la Unión Europea fue
impulsado por los Estados Unidos, que necesitaba una Europa unificada y
bajo la
tutela de Alemania, que tenía las estructuras capitalistas más
concentradas, más modernas, las menos destruidas (un 80% del potencial
industrial estaba intacto en 1945) y las más ligadas a los Estados
Unidos, que habían invertido allí miles de millones de dólares entre las
dos guerras mundiales.
Con el plan Marshall EEUU condicionó la política de los países europeos
a la vez que desarrollaba la infraestructura necesaria para la llegada
de las exportaciones y capitales americanos:
"El papel de este país (EEUU) debería consistir en aportar una ayuda amistosa al establecimiento de un programa europeo,
y apoyar enseguida a poner en marcha ese programa en la medida que sea
posible. Ese programa debería ser general y establecido en común por un
gran número de naciones europeas, sino todas"2
En una reunión de la OTAN (fundada un año antes) el 10 de mayo de 1950
figuraba en el orden del día el rearme de la República Federal de
Alemania. EEUU necesitaba un pequeño soldado en Europa para contener la
influencia de la Unión Soviética, como sugería Truman en su discurso del 12 de marco de 1947 al congreso americano:
«En el momento actual de la historia mundial, casi todas las naciones se encuentran ante la elección de dos modos de vida. Y muchas veces, esa elección no es libre. […] Creo que los Estados Unidos deben practicar una política de ayuda a los pueblos libres que resisten actualmente a las maniobras de ciertas minorías armadas o a la presión exterior". Evidentemente esos "modos de vida" a los que se refería Truman son el capitalismo y el socialismo. El mundo sigue sufriendo en sus carnes la elección del primero, el de las "instituciones libres, gobiernos representativos, elecciones libres, garantías a la libertad individual"3.
Los ejércitos europeos y sus aliados han demostrado estar a la altura de esa "política de ayuda a los pueblos libres"
en numerosas ocasiones: genocidio colonial francés en Argelia, guerra
de los 80 en Afganistán (apoyando a los talibanes), las dos guerras del
golfo, guerra de los Balcanes (con la que el capital alemán abrió un
nuevo mercado y una vía de acceso al mediterráneo), conflictos
permanentes en la República Democrática del Congo, Sudán, Costa de
Marfil, apoyo a dictaduras de América Latina, Afganistán de nuevo,
Libia, y ahora le toca a Siria.
Esta Unión Europea representa la concentración y la integración
financiera, económica, política, y militar del capital europeo, dirigida
principalmente por Alemania que posee la tecnología más avanzada para
producir nuevas mercancías. Alemania y Europa necesitan nuevos mercados,
materias primas como petróleo, gas, minerales,... pero al mismo tiempo
la eterna competitivdad entre unos capitalistas y otros conlleva la
reducción del coste de trabajo, es decir, la congelación de salarios, la
"flexibilidad laboral",... todo aquello que empobrece a la población
que supuestamente debe comprar toda esa abundancia de nuevos productos
que se fabrican con el famoso I+D al que contribuyen las sustanciosas
ayudas de la Unión Eurpea4.
Esa lucha por mercados y minerales entre los imperios americano,
europeo, japonés, chino, o ruso, no lleva otro camino que el de las
guerras de rapiña y la miseria de las clases trabajadas de todo el
mundo.
La Unión Europea tampoco esconde su condición bélica y criminal, muy al contrario, apoya los eventos de "seguridad interior" como el que se celebró en Israel días antes de que ese país bombardeara de nuevo al pueblo palestino5.
En dichos eventos las empresas israelíes líderes en armamento exponen
su arsenal. Lo paradójico es que ese armamento que se utiliza en
defensa de los "pueblos libres"
muchas veces destruyen infraestructuras que han sido subvencionadas por
la UE. En 2001 Israel destruyó el aeropuerto de Gaza que había sido
construido con 9,5 millones de euros de ayudas de la UE.
Comisión de Relaciones Internacionales del PCOE
13 de diciembre de 2012
2 Discurso de George Marshall (Harvard, 5 de junio de 1947)
3 Discurso del presidente Truman ante el congreso americano (12 de marzo de 1947)
Las directrices de las coordenadas y premios a repartir desde la sombra las auspicia el criminal ( CLUB BILDERBERG ). Pues es el ideólogo, organizador y autor material de todas las grandes decisiones en el mundo imperialista con ellos y contra los demás, quienes han ideado lo de la globalización e intervenciones armadas en cualquier parte del mundo.
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