viernes, 4 de octubre de 2013

Sobre las muertes por hambre en Sevilla


Ya se conocen los primeros casos, al menos los oficiales, de muertes por inanición en Andalucía, esa Andalucía donde impera el “maravilloso” modo de producción capitalista donde todo es opulencia, desarrollo, cuadragésima modernización, y gobierno “de las izquierdas”



Y resulta que cuanto más producimos, cuanto más beneficio obtienen las corporaciones, cuanto mayor es la riqueza que producen los trabajadores, se nos muere la gente de hambre. Resulta que mientras las estanterías de los más de diez mil supermercados de Sevilla rebosan de alimentos, se nos muere la gente de hambre. ¿Y por qué?

Algunos nos dirán que es cosa de que los políticos roban, de la existencia de muchos coches oficiales, de la existencia de autonomías, de la falta de listas abiertas y transparencia, y un millón de excusas más para no señalar la causa de los males: el sistema capitalista. 

Un sistema que no tiene como meta satisfacer las necesidades del pueblo, sino otorgar el máximo beneficio a los dueños de los medios de producción a costa de la ruína y explotación de las clases trabajadoras. 

Hoy fue un inmigrante de aquella Polonia en la que otrora no se comprendía siquiera el concepto de hambre, debido a su sistema socialista. Pero también están el 30% de niños desnutridos de esta comunidad autónoma, el 56% de parados, los miles de personas que acuden a comedores de caridad, el hambre y la miseria en nuestros barrios… puede que el jóven polaco haya sido el primero en morir, pero las consecuencias criminales del capitalismo llevan ya tiempo golpeando a nuestra clase, exista o no el tan cacareado estado del bienestar.
 

Por tanto, si el sistema es el culpable, si el capitalismo es la lacra a superar con vistas a un sistema económico superior, en el que el hambre es un concepto que los trabajadores siquiera comprenden por lejano, ¿a qué esperamos para darle la puntilla?  

Necesitamos un gobierno de los trabajadores, por los trabajadores y con los trabajadores. Basta ya de que los empresarios criminales  y su sistema económico, político y social sigan destrozando nuestras vidas. Hagamos realidad aquella frase de :¡ a cada cual según su necesidad, de cada cual según sus capacidades!. Porque sin acabar con el capitalismo, no podremos acabar con el hambre. 

Asimismo denunciamos a los representantes de los empresarios en los Parlamentos y Ayuntamientos. Tanto al reaccionario Zoido, como al inefable tándem Susana Díaz-Valderas, o a los sindicatos a sueldo de los empresarios(CCOO-UGT) cuya poca vergüenza les lleva a vendernos la necesidad de gestionar el capitalismo para darle un “rostro humano”. 

Ya estamos viendo cual es ese rostro humano, el de la muerte, el del paro, el de los desahucios, el de la miseria, etc,etc,etc, 

¡ES HORA DE MANDAR EL CAPITALISMO AL BASURERO DE LA HISTORIA!

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