Destruir zonas verdes para obtener pingües beneficios con el
ladrillo. Ese es el plan que la burguesía nos ofrece con su decisión de colocar
el trazado de una de las autovías de circunvalación justo por la mitad del
Parque Tamarguillo del barrio de Alcosa.
Y es que los jugosos contratos con las constructoras, las
recalificaciones de suelo y el pelotazo que supone tanto para los dueños de los
monopolios de la construcción como para sus representantes a sueldo en el
gobierno local la construcción de dichas
infraestructuras es algo que no podemos dejar de pasar por alto.
De nada sirven las quejas de los vecinos del barrio de
Alcosa, pues en el capitalismo quienes mandan son los dueños de las grandes
empresas y los que obedecen son sus representantes en el Ayuntamiento, tanto el
gobierno local como la autodenominada oposición. Todos defienden el
capitalismo, que es el régimen en el que no importa el bienestar del pueblo
sino las ganancias de un puñado de capitalistas. A estos capitalistas no les
importa destruir las ya escasas zonas verdes y los pocos espacios habitables de
nuestra ciudad. Nuestra calidad de vida no es su objetivo, sino engordar sus
ganancias cada vez más.
El remedio es acabar con este capitalismo y construir en su
lugar un nuevo sistema, superior, que priorice y satisfaga las necesidades del
pueblo. Un sistema en el que el poder esté en los vecinos de Alcosa y no en
manos de los representantes políticos de los empresarios, de los banqueros y de
los terratenientes que manejan las riendas de los ayuntamientos.
Urge pues organizarse para que en Alcosa manden los vecinos,
para que la calidad de vida de la clase trabajadora no se vea amenazada y para
que disfrutemos de una ciudad al servicio del pueblo y no al servicio de los
intereses de un puñado de capitalistas.
COMITE PROVINCIAL DE SEVILLA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL
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