Como es bien sabido, el próximo
sábado 1 de Junio se ha convocado la llamada Marea Europea, bordada con
lemas tales como “Pueblos Unidos contra la Troika” o “Contra los
recortes y por una verdadera Democracia.” Nos encontramos, de nuevo,
ante otra convocatoria de carácter puramente reformista, donde las
organizaciones se aúnan para intentar acabar con la Troika y con el fin
de regenerar la Democracia (burguesa).
Los objetivos netamente
superficiales, pero impregnados de retórica revolucionaria que crea
confusión, quedan lejos, e incluso estorban en último término al
desarrollo del cambio real, el cuál no se dará a menos que se acabe con
todo resquicio del problema inicial. Sin embargo, el tiempo sigue
corriendo, y mientras no moldeemos prácticas que ya han demostrado su
ineficiencia, cualquier solución real será todavía un espejismo.
Ejemplos claros de ésto son las
numerosas campañas o actos realizados contra la violencia machista, –
sin embargo, siguen muriendo mujeres, pues el problema no radica en el
individuo maltratador, sino en la educación establecida por el sistema
patriarcal que sustenta el capitalismo -, o las movilizaciones en favor
de la escuela y la sanidad pública, – el conjunto de alumnos,
profesores, médicos y pacientes, siguen sufriendo los estragos de la
embestida del capital -, etc. Estos ejemplos, entre otros tantos, nos
llevan a tomar una reflexión y, en consecuencia, obtenemos que de nada
sirve atacar a reformas, leyes aisladas o a aquellos que presiden el
estrado en un momento determinado, sino que debemos seguir subiendo,
pues al final de la escalera se encuentra el verdadero problema, el
motor que impulsa todo lo anterior, el sistema capitalista.
La materialización de la protesta, – en
forma de manifestaciones o asambleas -, pierde su efectividad desde el
momento en el que la práctica se convierte en una rutina más, guiada por
aquellos mismos contra los que se protesta, carente de fundamento de
clase y revolucionario. Siendo ésto así, somos conscientes de que es
completamente necesaria la organización y formación del conjunto de
capas populares para constituir un único frente de lucha, el Frente
Único del Pueblo. Sin embargo, de no lograrse esa unión, la lucha se
hallará disgregada, continuando así con el fracaso de la tarea histórica
de la clase obrera, y perpetuando la opresión a la que nos vienen
sometiendo desde siempre.
No obstante, nosotros seguiremos
presentes allí donde esté la clase obrera y el conjunto de las capas
populares: en sus concentraciones, movilizaciones, huelgas y
reivindicaciones, trabajando por acercarles la cosmovisión proletaria y
elevando sus conciencias, así como luchando por ganar para el socialismo
científico a las vanguardias prácticas de la clase trabajadora.
Por todo esto, desde el PARTIDO
COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL en Madrid, hacemos un llamamiento – e
invitamos a reflexionar – al conjunto de la clase obrera y estudiante,
sobre la primordial importancia de la organización, y lucha consciente,
contra la dramática y terrible situación que padecemos. Queremos dejar
patente la ineludible necesidad de la reconstrucción del movimiento
obrero – dirigido por la vanguardia del proletariado -, que sea capaz de
enfrentar la brutal e inasumible ofensiva, sin precedentes, a la que
burguesía nos está sometiendo día tras día. Para conseguirlo, es capital
comprender la urgencia de la instrucción, formación y organización,
para la consecución de nuestro objetivo, que no puede ser otro que el de
superar un sistema podrido desde su nacimiento – el Capitalismo -,
construyendo el Socialismo, otorgándonos la libertad, y poniendo fin a
la criminal opresión de la que somos víctimas.
¡POR LA RECONSTRUCCIÓN DEL MOVIMIENTO OBRERO!
¡ORGANIZACIÓN CONSCIENTE PARA ENFRENTAR LA OFENSIVA BURGUESA!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡POR EL SOCIALISMO!
Partido Comunista Obrero Español en Madrid
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