viernes, 5 de abril de 2013

República: ¿Revolución o traición?

Como en años anteriores, un sin fin de siglas se unen para convocar manifestaciones en todo el Estado, con motivo del Aniversario de la instauración de la IIª República, que tiene por fin primordial la reivindicación de la IIIª República. Dadas las condiciones políticas y economicas es preciso hacer una exámen, de lo que es y significa la convocatoria en el momento actual, la cual viene avalada entre otras, por las siguientes organizaciones: Asoc. de ex-Presos y Represaliados Políticos, Asoc. Foro por la Memoria, CC.OO, Corriente Roja, CUT-BAI, Izquierda Unida, JCA, PCA-PCE, POSI, SAT, UGT, UJCE...

En principio llama la atención que nacionalistas, trotkistas, sindicatos traidores, partidos políticos reformistas, todos ellos en cierta medida anticomunistas, se agrupen para celebrar la entrada de un régimen que durante gran parte de su existencia se caracterizó por la represión contra los trabajadores y comunistas.  Idealizan este período sin tener en cuenta que hasta la más democrática de las Repúblicas burguesas es una dictadura de la burguesía. Tomemos algunos ejemplos de las sombras de este período.

En Julio de 1931 tuvo lugar en Sevilla una huelga convocada por comunistas y anarquistas. Como consecuencia de ella, la República impone el estado de sitio en la ciudad el 22 del mismo mes, es decir, cuatro meses después de su proclamación. La represión del régimen fue brutal como lo demuestran el bombardeo (cañonazo) a Casa Cornelio donde se reunían los comunistas y la aplicación de la ley de fugas a cuatro comunistas en el Parque de Maria Luisa.

Posteriormente, se convocó nueva huelga general en Febrero de 1932 contra las deportaciones de 72 obreros a Guinea, por el delito de ser revolucionarios. Fue ese mismo régimen el que en el 1934 procedió contra los revolucionarios en Asturias y Cataluña, causando cerca de 2000 muertos y alrededor de 30.000 detenidos.

Pero las mismas fuerzas militares que velaron con tantas energías por la preservación de la República frente al pueblo insatisfecho, se alzan contra ella tras unas elecciones ganadas por el Frente Popular, cuando éste, comienza a implantar medidas, que solo tenían la misión de transformar aspectos económicos a los que la burguesía, en su proceso democrático había renunciado. Puede decirse, que aún siendo burguesa, la auténtica Republica que correspondía con la situación económica del 1936 y al grado del desarrollo de las fuerzas productivas, comenzó con el triunfo del Frente Popular. ¿Por qué entonces, se convoca la celebración en Abril y no en Febrero? Por pura traición.

Lo hemos denunciado mil veces y continuaremos en nuestro empeño, el reformismo y los nacionalimos acientíficos, han sido siempre utilizados por el burgués para desviar la atención de la clase obrera de sus verdaderos objetivos.

Basta recordar que la imposición de la Monarquía y su impunidad, se realiza cuando el desarrollo de las luchas obreras y populares iban en crescendo; sin embargo, fue auspiciada en el movimiento obrero y popular por los PSOE y PCE juntos con CC.OO y UGT., que contribuyeron a la redacción de la Constitución eminentemente capitalista, en la cual se consagra la economía de mercado, la bandera y el himno monárquico y pidieron el voto afirmativo confundidos con los franquistas.

La trayectoria de claudicación y de traición nunca encuentra fin en los reformistas, pues constiuye su esencia. Actualmente, nos encontramos con un capitalismo, que a principios de la década de los 60 del siglo pasado hubo finiquitado su proceso democrático burgués o consumación del modo de producción capitalista en todas las ramas de la economía. A partir de ahí, cualquier modelo de Estado que adopte la burguesía, no cambiará un ápice su poder económico y político. Sea fascismo, monarquía o república, el sistema de producción será capitalista y sus consecuencias idénticas. Por esta razón, llamar al pueblo a luchar por la República Burguesa es una nueva traición en toda regla, mucho más cuando, el grado de desarrollo de la sociedad permite luchar por el socialismo con las garantías de unas clases trabajadoras profesionalizadas y una tecnología lo suficientemente avanzada .

El grado de traición es mucho mayor, porque los trabajadores y el pueblo, rechazan las políticas gubernamentales (burguesas) pero sin haber adquirido aún la conciencia de clase para hacer frente al capital, con el fin establecer la verdadera democracia o gobierno del pueblo conocida científicamente por: Dictadura Revolucionaria del Proletariado. Porque es en estos momentos, cuando la vanguardia ha de coger la iniciativa de enseñar el verdadero camino a los trabajadores, con la intención de sacarlos de la confusión. De no ser así, las masas en las calles solo podrán conseguir que la propia burguesía le de un lavado de cara al régimen para que todo continue igual. O por el contrario, que los elementos más reaccionarios del gran capital impongan su version fascista.

Empero, la convocatoria ha puesto al descubierto una vez más, a aquellos que dicen estar contra el reformismo sobre la base de actitudes y verborrea populistas y luego en los momentos supremos se deslizan hacia su campo a modo de un seguidismo vergonzoso.

El PCOE insiste en que la unidad de los trabajadores con las capas populares bajo un frente común de clases, que no de organizaciones, sustentado en un programa de cambios profundos de las estructuras económicas, será el detonante que ponga a las amplias masas en movimiento con la conciencia de que solo construyendo un estado propio y para sí se puede vencer defintivamente a la burguesía.

POR EL FRENTE UNICO DEL PUEBLO

POR EL SOCIALISMO


PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)

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