El capitalismo es un sistema de producción que no
tiene como función el satisfacer las necesidades del pueblo, sino permitir al
capitalista(al empresario) obtener la mayor ganancia posible sin que para ello
importen los métodos. Dentro del capitalismo, al producirse para ganar cada vez
más, llega un momento en que la abundancia de mercancías producidas hace que la
sociedad no pueda adquirir todas y de ahí que se produzcan las crisis del
sistema: las crisis de sobreproducción. Observemos por ejemplo el caso concreto
de España y veremos que en esta época de crisis, cuanta mayor abundancia de
viviendas vacías existen se produce a la misma vez la crónica tragedia de los
desahucios a la clase trabajadora.
Los capitalistas necesitan producir cada vez más y más
barato lo que les lleva a reducir los salarios, aumentando así la plusvalía que
obtienen, para poder sobrevivir ante la competencia nacional y extranjera.
Además los capitalistas no producen según las necesidades ni según lo que haga
falta, sino que producen para conseguir mayores beneficios.
Esta anarquía de la producción conjunto a las cada vez
peores condiciones de vida de la clase obrera son los factores que determinan
las crisis del capitalismo. Llega un momento en el que cada vez más amplios
sectores de la sociedad no pueden adquirir todas las mercancías que salen al
mercado, lo que hace que estas no encuentren comprador y por ende conlleva la
crisis de sobreproducción. Es decir, producimos más que nunca y podemos comprar
menos que nunca.
Los efectos de la crisis de dejan notar entre la clase
obrera. A día de hoy el paro sobrepasa las 6.202.700 personas con una tasa de
paro del 27,16%. De toda esta cifra más de la mitad son parados
de larga duración, con dos millones de
hogares con todos sus integrantes en paro y una tasa de desempleo juvenil
que supera el 57%. Estos son datos
del propio estado burgués por medio de la Encuesta de Población Activa.
¿Pero de quién es la culpa? La burguesía nos dirá, para
engañarnos, que la culpa es de los asesores, de los coches oficiales, de las
autonomías, de la corrupción inherente al capitalismo,etc. Como hemos
explicado, esta crisis es debida al propio funcionamiento del capitalismo.
¿Entonces porqué nos engañan? Usando el proverbio chino un poco modificado
“cuando el sabio señala la luna nos hacen mirar el dedo”. Es decir, la
burguesía necesita que vivamos en un engaño constante para no darnos cuenta de
que todos los males vienen de un sistema político, económico y social que se
llama capitalismo y que no funciona.
Los burgueses, los empresarios, siempre buscarán un cabeza
de turco o incluso sacrificarán peones para que su dominio de clase y su
sistema no se vea cuestionado.
Cuando su sistema de partidos políticos se va al traste,
financian y promocionan nuevas opciones para lavar la cara a su maltrecha
imagen y evitar que señalemos al capitalismo como culpable. Sacan de la
chistera inventos como UPD o apagafuegos como los Alberto Garzón o el bipartito
“de izquierda” andaluz.
También libran la batalla en el terreno de lo ideológico,
utilizando los mass media. Nos hacen creer que cadenas como La Sexta o diarios
como Público defienden los intereses de las clases populares, nada más lejos de
la realidad. Sólo difunden ideología burguesa y “soluciones” que no cuestionan
el sistema, ergo no son soluciones sino parte del problema. Por poner un
ejemplo La Sexta y el diario faccioso La Razón tienen los mismos dueños, el
grupo Planeta.
Así usan también a los bufones de la progresía, personajes
de calado mediático entre las masas para convencernos que todos los males de la
clase obrera se hallan en que un determinado político al servicio de los
capitalistas recibía sobres con dinero sucio. El mismo truco que utiliza por
ejemplo la industria hollywoodiense con el género del “Feel Good Movies”,
películas que denuncian superficialmente los males del capitalismo, pero
atribuyéndolo a malas conductas personales o donde el currito de a pié siempre
gana. Nada más lejos de la realidad, adoctrinamiento puro.
Dentro de esta difusión de ideología burguesa juegan un
papel muy importante los reformistas, cuyo
target es gente con ciertas inquietudes pero a los que imbuyen de ideología
socialdemócrata. Baste ver un pasado programa en el que la solución a todos los
males que nos ofrecían era reeditar un bipartito PSOE-IU a nivel estatal,
imitando al andaluz. Defensa del capitalismo en estado puro.
¿Pero qué es lo que intentan ocultar? ¿Cuál es el enemigo y
cual es la esencia del capitalismo? Señalémoslo con un ejemplo práctico.
Recibimos la noticia de que el grupo “Mediterránea de Cátering”, es investigado
por la aparición de restos de heces en la comida que reparte en los hospitales
de Navarra, servicio por cierto privatizado como podemos observar. Es decir las
necesidades por parte de los capitalistas de producir cada vez más y más barato
para vencer a la competencia les lleva a saltarse cualquier norma o cualquier
estándar de calidad en el proceso de producción o en el sevicio. Y la
alimentación es uno de los procesos productivos clave, ya que se producen
mercancías de primera necesidad para la sociedad.
Pero es que además esta empresa es reincidente en servir
basura a los hospitales navarros. Sin embargo, ahí siguen. ¿Y de dónde sale
esta “Mediterránea de Catering”? Pues es nada más y nada menos que propiedad de
Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, empresario, oligarca y propietario
de multitud de grupos empresariales. Es decir, aquí tenemos la luna, uno de los
culpables; no sólo él sino toda la clase burguesa que nos condena a este modo
de producción putrefacto que ya no tiene nada que ofrecer a los trabajadores.
Porque ofrecer mercancías-basura no es capricho ni maldad de
una empresa determinada, sino que esa empresa se ve obligada a hacerlo para
vencer a una competencia que ahorrará costes también como y cuanto pueda. Es
decir, si este empresario no produce basura a un precio irrisorio, vendrá otro
capitalista(empresario-emprendedor) que lo haga y que consiga imponerse
en el mercado.
Pero esto no queda aquí. Los capitalistas en su
afán de producir cada vez más barato deslocalizan capitales a terceros países
donde la mano de obra que adquieren es semi-esclava y goza de menores salarios
y derechos laborales que en el Estado Español. Curiosamente, el mismo estado
capitalista o las autonomías incentivan la deslocalización con la excusa de la
expansión del capital español a nivel internacional; un eufemismo para decir
que se llevan nuestro dinero, el producto que los obreros producimos a otros
países para aumentar sus cuentas de resultados. Ellos son los dueños de los
medios de producción y pueden hacer con ellos lo que les venga en gana. Ese es
otra parte del problema, que como dijimos algunos intentan ocultar.
Y hay más. Los capitalistas, para abaratar los
costes sin importar la calidad, recurren constantemente a la tercerización de
servicios, es decir, a las subcontratas para producir cada vez más barato y por
ende peor. Es decir, una empresa consigue un contrato para producir una
determinada mercancía y no es ella misma la que lo elabora sino que recurre a
una tercera empresa para que fabrique este producto por ella. Esto es así
porque las condiciones laborales, contractuales en la empresa subcontratada
hacen que el empresario original se ahorre una buena cantidad de dinero, con la
que acumular cada vez más capital.
El capitalismo tiende a la concentración de
capitales. Las grandes empresas vencen a las pequeñas ante la imposibilidad de
competir con estas en el terreno de la libre competencia. Por ejemplo una
empresa pequeña de comidas no puede ofrecer los mismos precios que el
conglomerado empresarial del señor Fernández, puesto que el grupo de este último obtiene mejores precios de los
proveedores debido a su volumen y por ende le permite bajar los precios, o su
posición dentro del sistema le permite proporcionar a quién decide la concesión
del contrato un “jugoso aliciente” para conseguirlo. Capitalismo en estado
puro, lo que algunos tratan de ocultarnos. Este capitalismo como vemos solo
trae miseria y empobrecimiento a la clase obrera y al conjunto de los
trabajadores, y encima nos hacen comer mierda
Ante ello, los comunistas luchamos por la única
alternativa válida y demostrada a este sinsentido capitalista: una economía
planificada científicamente y centralizada, que tenga como fin no el lucro sino
la satisfacción de las necesidades de la clase obrera. Una economía planificada
donde se racionalicen los recursos, frente al despilfarro banal de los
capitalistas. Una economía planificada que garantiza el pleno empleo, la
educación, la sanidad, el acceso a la cultura y a una vida digna para las
grandes masas obreras. Una sociedad sin patrones ni explotados, una sociedad
donde el poder emana de los centros de trabajo, de las fábricas, de las uniones
de campesinos y jornaleros.
Seguir apostando por mantener el capitalismo, ya
sea por parte de aquellos que necesitan objetivamente mantenerlo, los que viven
comodamente en él a costa de los trabajadores o los que por miedo a la
revolución y a la lucha de la clase obrera optan por las reformas es seguir
engañando a la clase obrera. Urge pues organizarse en las filas del Partido
Comunista Obrero Español, la organización que armada con la ciencia del
marxismo-leninismo guíe al proletariado y a sus clases aliadas a la toma del
poder y a la construcción de la sociedad socialista.
Porque no queremos más miseria, más paro, más
corrupción, más robo a los obreros, en definitiva porque no queremos
capitalismo, y porque no queremos comer mierda(quién pueda permitirse comer en
el capitalismo, claro está)
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