El PCOE en su octavilla difundida a los trabajadores de
Lipasam lo advirtió, que la lucha económica por si sola está condenada al
fracaso mientras la burguesía sea dueña de los medios de producción, de los
medios de información, en definitiva, del poder político.
Hemos visto como la huelga no ha creado la conciencia de
clase entre los trabajadores, hemos visto como la mera lucha sindical no ha
servido para alcanzar los justos deseos de los trabajadores. ¿Por qué? Porque
la burguesía es la dueña de los medios de producción y puede hacer todo lo que
le venga en gana con ellos. Los trabajadores, como se ha comprobado en esta
huelga, sólo somos herramientas que les permiten aumentar los beneficios, y
para ellos nuestro deber es callar, rechistar y obedecer.
Hemos visto como la burguesía usaba sus medios de
propaganda, la prensa, la radio y la televisión para difamar la lucha económica
de estos trabajadores, difundiendo mentiras como que ganaban 2.500 euros (una
media en la que se contabilizaban los altísimos emolumentos de los directivos
superiores a los 30.000 euros) , hemos visto como se les tachaba de enchufados,
de vagos, de chantajistas, etc. Todo ello, una campaña de difusión ideológica
destinada al conjunto de la clase obrera de Sevilla, para que ellos mismos se
enfrentasen con sus hermanos de clase. Para que el que gana 600 euros y trabaja
12 horas se enfrente a estos trabajadores, que la ideología burguesa califica
de privilegiados, intentando rebajar sus condiciones de vida.
¿Y aún seguís pensando que no es un problema político?¿Que
es un simple problema sindical? Pues el problema, como todos en esta sociedad
es político y sólo se resolverá de la política. Sólo se resolverá cuando el que
tenga el poder político no sea el ayuntamiento burgués, representante del poder
de los bancos, los empresarios y los terratenientes sino que exista otro poder
nuevo: el poder emanado de las asambleas de trabajadores en los centros de
trabajo. Es decir, el poder socialista, el poder de la clase obrera.
Esta huelga ha puesto de manifiesto el carácter de clase del
estado, de sus instituciones, de cómo reman todos a una para aplastar las sanas
reivindicaciones de los trabajadores. Hemos visto como sin una dirección política
del movimiento huelguista espontáneo los trabajadores de Lipasam han recibido
pocas muestras de solidaridad, cuando de existir un Partido Comunista fuerte
esta huelga se hubiese ligado con la lucha de todos los obreros de nuestra
ciudad. Es decir, un Partido Comunista fuerte hubiese conseguido poner en pié
de guerra a la mayoría de la clase obrera de la ciudad, había posibilitado
incorporar a la lucha a elementos que incluso no tuviesen conflicto en sus
empresa y hubiese ligado otros conflictos(estudiantes, parados, funcionarios,
mujeres, desahucios, etc,) dando paso a la Huelga Política: una de las armas
fundamentales de la lucha de la clase obrera.
La realidad ha demostrado una vez más la justeza de las
posiciones del PCOE en Sevilla, la justeza de su análisis. Es la hora, para la
clase obrera de la ciudad, de fortalecer su Partido Comunista: el PCOE, pues es
la única posibilidad de poder presentar batalla organizada y con una mínima
posibilidad de victoria. Mientras el Partido no crezca, los obreros llevaremos
las de perder.
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