domingo, 17 de febrero de 2013

¿República burguesa o socialismo?


La existencia de un Partido Comunista no basta si este no comprende el momento actual ni adecua sus tácticas y estrategias a las circunstancias actuales. Se puede observar que determinadas consignas siguen vigentes en la táctica de muchos, después incluso de haberlas rechazado en Congresos en los que teóricamente se hizo tabla rasa con el revisionismo, pero comprobamos una vez más que el anquilosamiento producido por mantener en su seno, en los máximos órganos de dirección, a aquellos que condujeron a determinadas siglas por el pantano del revisionismo, sin purgar al enfermo, a lo que lleva precisamente es a que se repitan cíclicamente estrategias caducas y cargadas de revisionismo debido al nulo salto cualitativo de la militancia.

La lucha contra la indefinición teórica, contra el abandono de la lucha ideológica, contra la penetración de la ideología burguesa en el Partido y la lucha contra estas tentativas de desviación del programa comunista, es algo que en el PCOE cumplimos a rajatabla. Otros, por lo que se ve, deben recurrir al “reconocimiento” internacional y al subjetivismo para camuflar una realidad teórico-práctica basada en el revisionismo galopante, que se pone de manifiesto en circunstancias como las del siguiente acto.
 
Acto del republicanismo pequeño-burgués apoyado por IU(Partido de la Izquierda Europea-PIE) y por el PCPA-PCPE.
 
La lucha ideológica pues, se centra sobre el eje: REFORMA o REVOLUCIÓN. El PCOE, situando en análisis de la realidad concreta del Estado Español como país de desarrollo medio-alto, donde se da el capitalismo monopolista de Estado, no concibe etapas intermedias entre el capitalismo y el socialismo. La consigna de la III República no rebasa el angosto marco de la democracia burguesa y nos retrotrae a una situación que ya se ha dado muchas veces en la historia del capitalismo español: “cambiar algo para que nada cambie”. 

El abandono y desprecio del marxismo-leninismo lleva a los firmantes del acto a renegar del materialismo histórico, pues confunden Estado clasista con su forma de gobierno. 

En el capitalismo monopolista de Estado o imperialismo, la pequeña burguesía o los sectores avanzados y democráticos de esta burguesía ya no tienen nada que aportar y el desarrollo de las fuerzas productivas ha alcanzado su máximo desarrollo, todo lo que no sea luchar por el socialismo, aunque sea bajo la careta de un republicanismo “radical”, es contribuir al proyecto acientífico de perpetuar el capitalismo. 

El desarrollo del capitalismo monopolista de Estado lo que exige es la lucha por el socialismo, la lucha por la Dictadura del Proletariado, y toda esa lucha por una República burguesa no es más que el oportunismo más descarado en el seno del movimiento obrero.

Para el PCOE la IIIª República, no es más que la continuación del sistema pero sin el rey. Un partido comunista sin una táctica definida y precisa es un desvarío, porque la táctica es como el subconsciente, nos traiciona y desvela nuestros verdaderos propósitos. Hoy cualquiera puede llamarse marxista-leninista, pero no por chillar y proclamar estentóreamente la adscripción revolucionaria, este proceder se convierte en el certificado que avala dicha pertenencia. Podemos escribir y desarrollar tremendas teorías, con la verborrea más exquisita, templada o enardecida, pero si luego la táctica para llevar a cabo dichas doctrinas no se corresponde, puede suceder dos cosas, o todo es un montaje y de revolucionario nada, o, realmente son comunistas de salón, que a la postre es lo mismo, de revolucionario nada y ocurre como en tantas otras ocasiones ha pasado en la historia, se dice una cosa y se hace otra.

Sin embargo las posturas más incomprensibles provienen de quienes se jactan de ser leninistas y dicen asistir a las manifestaciones y de agruparse con siglas de naturalezas dudosas y demasiado distantes, con las miras a atraer a las masas a sus verdaderos propósitos y no es que estemos en contra de pactos de confluencias, sino de las mentiras. Decimos esto porque determinados partidos que se llaman comunistas, hacen especial hincapié porque se les comprenda al objeto de que no se les confundan con el PCE(Partido de la izquierda europea) y no perder de esta forma su inmaculado sentimiento revolucionario, marxista-leninista. Solo que los esfuerzos se retuercen y no hacen más que complicar la situación, porque en verdad hoy como ayer se dicen cosas que luego no se verifican en la práctica.

Ya es sinuoso que “brillantes” partidos del estado español firmaran el primer manifiesto por la República, en el que se deja entrever que el pueblo después de desbancar al monarca debe decidir por sufragio qué clase de estado quiere, como es lógico es todavía un sufragio burgués, o sea, que el rey puede volver a ser jefe de Estado. Lo creíamos una táctica, pero no, por lo que hoy vemos refleja una realidad. Cuando verdaderamente se habla con militantes de estos grupos nos podemos dar cuenta que no tienen un criterio homogéneo, cada cual cuenta la película según su saber y entender y todo porque (suponemos) que sus dirigentes no se aclaran.

Efectivamente, al pretender saber cuál es la táctica de masas o qué persiguen algunos con la III República, nos volvemos locos, no podemos definirla. Pongamos por ejemplo al PCPE, ¿cuál es la táctica de masas de estos partidos? Resultará difícil definirla, así como definir su política sindical ecléctica, con lo cual la indefinición teórica está servida y mucho nos tememos que para mucho tiempo

Se comprueba además como muchos de esos Partidos, otrora anclados en la consigna oportunista de la revolución por “etapas”, en los Frentes de Izquierdas, o en el republicanismo interclasista,lo siguen estando. Vemos que en la práctica nada ha cambiado. Pero en la teoría tampoco. Leemos de nuevo una cita en la revista teórica del PCPE  “Propuesta Comunista. HACIA LA III REPÚBLICA, ESCENARIOS A TENER EN CUENTA”, de Alberto Arana(miembro del CC del PCPE), en donde se dice:

“… El republicanismo no puede confundirse con revolución social, frentepopulismo, unidad de izquierdas, frente rojo, ni nada por el estilo. En consonancia con lo que ha sido la trayectoria republicana en nuestra historia, el contenido del movimiento republicano es democrático en lo político, avanzado en lo social y con un fuerte contenido cultural de proyección popular.”,

Es decir, esta cita de finales del año 2009, enunciada por un miembro del CC surgido tras el autobombeado IX Congreso nos muestra el inexistente debate ideológico que se dio en dicha formación para abrazar sus posturas ideológicas actuales. Por tanto, si escasos meses antes del famoso IX Congreso todo un miembro del CC pensaba así, su postura actual salida de tal congreso no es más que un ejercicio de funambulismo oportunista muy en consonancia con el rumbo histórico a base de vaivenes de su organización. Pero como vemos en el análisis de hoy, la práctica tampoco ha cambiado, por muchos disfraces con que quieran maquillar su oportunismo.

 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario