domingo, 24 de febrero de 2013

Esclavitud asalariada, ¡capitalismo!




 
En la Sevilla “del siglo XXI”, esa sociedad que la burguesía nos vende como una sociedad sin clases, dónde la contradicción capital-trabajo según ellos ha desaparecido, recibimos la noticia de un vídeo difundido en redes sociales por un trabajador de la hostelería.





En el vídeo el obrero da testimonio, con pruebas, de las miserables condiciones laborales que sufre en su centro de trabajo, y de cómo el patrón actúa de forma ruin para ahorrarse unos míseros euros. 

Ahora bien, ¿es esto un hecho puntual o la maldad de un mal empresario? No, se llama capitalismo y es un sistema que funciona así. El empresario, el patrón, para acumular las mayores ganancias y vender más que la competencia debe obtener cada vez mayor plusvalía del trabajo del obrero. Esto es una ley científica del desarrollo del capitalismo. Sin ese robo al trabajador de trabajo no pagado que es la plusvalía, el empresario no obtendría los beneficios que le permiten acumular cada vez mayor capital, y por tanto debería cerrar la empresa. Como vemos, es el sistema, el capitalismo el que en su funcionamiento más básico se basa en el robo, en la explotación, en la opresión a los obreros.
No es cuestión de la maldad del empresario, que lo son, ni la explotación consiste en que el capataz esté con látigo detrás del obrero, sino que esa explotación se da siempre que existe el trabajo asalariado dentro del capitalismo, incluso a los obreros mejor retribuidos y que gozan de los teóricos “derechos” laborales más avanzados.

Por tanto el problema no es meramente económico sino también político. En una sociedad de clases, una clase siempre domina a la otra porque así es como se hace funcionar al sistema. Los obreros debemos tumbar el capitalismo, luchar contra él, pero no para tumbarlo sin más, para destruir sin más, sino para construir en su lugar otro sistema de producción más avanzado que es el socialismo. 

En el socialismo la clase dominante son los obreros, los dueños de los medios de producción son Samuel y el resto de los trabajadores y el que no encuentra paz ni cuartel en dicho sistema no sería este joven trabajador, sino el miserable empresario que en el capitalismo goza de todas las prebendas. El socialismo se basa en la economía planificada, que evita la anarquía en la producción del capitalismo que conduce a las crisis. Producir según las necesidades y no producir para aumentar las ganancias, porque esto último a lo único que conduce es a la crisis del sistema cuando se producen más mercancías de las que la sociedad puede comprar. Es decir, las crisis criminales del capitalismo se producen justo cuando la sociedad produce más mercancías, es una contradicción en el capitalismo: la abundancia en el capitalismo conduce a la crisis. 

Todo esto se arregla en el socialismo, que produce los bienes en base a un plan científico. Pero además el poder político pertenece a los trabajadores y son ellos los que dictan las leyes, por tanto, las leyes no estarán hechas en contra del trabajador, como comprobamos en el caso de Samuel. 

Así pues desde el PCOE llamamos a los representantes de los obreros, y a los trabajadores mismos a organizarse tanto en los órganos de poder que son las Asambleas de Comités, Delegados y Trabajadores(ACDT) como en su partido, el partido proletario, el PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL.

 

 

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