Nos encontramos en una época en la que observamos que día
tras día se producen agresiones a la clase obrera y a otros sectores sociales
oprimidos por parte de la burguesía dominante, y esta clase obrera no sólo no
reacciona sino que a veces se posiciona nítidamente a favor de sus opresores.
¿Es acaso esto una contradicción? No, no solamente no es una
contradicción sino que es lo más normal y lógico del mundo. La clase obrera es
una clase que nace del capitalismo, junto con la burguesía, por tanto lo normal
no es que tenga ideología socialista, proletaria, sino ideología y psicología
burguesa que es de las entrañas de las que nace.
Es decir, es hijo del capitalismo y por sí mismo nunca va a
rebelarse contra su padre el capitalismo a no ser que desde fuera se le
introduzca el factor que propicia el salto cualitativo en la lucha de clases:
la conciencia de clase.
Conciencia de clase significa comprender la misión histórica
de la clase obrera: poner fin al capitalismo y a la explotación del hombre por
el hombre. Dicho fin del capitalismo únicamente se produce cuando pasamos a un
modo de producción (la forma en que la sociedad produce las mercancías)
superior que es el socialismo, donde la clase en el poder es la clase obrera en
alianza con las demás clases populares oprimidas.
Es decir, para poner fin al capitalismo se necesita conquistar el poder político. Para la conquista del poder político existe una ciencia que determina el desarrollo de la sociedad y de la lucha de clases, que es la teoría del socialismo científico que formularon Marx, Engels y Lenin y que conserva a día de hoy toda una rabiosa actualidad.
Es decir, para poner fin al capitalismo se necesita conquistar el poder político. Para la conquista del poder político existe una ciencia que determina el desarrollo de la sociedad y de la lucha de clases, que es la teoría del socialismo científico que formularon Marx, Engels y Lenin y que conserva a día de hoy toda una rabiosa actualidad.
Por tanto, para avanzar en la lucha de clases, para poner
fin al capitalismo, son necesarios dos factores:
-La existencia de una vanguardia obrera, es decir, los
luchadores más encomiables de la clase obrera. Estos pueden ser, por ejemplo,
aquellos que dentro de una empresa son insobornables y defienden hasta la
extenuación a sus compañeros ante el patrón, aquellos que ante la injusticia
social se rebelan de diferentes formas, los que ante cualquier ataque a los
obreros reaccionan, aquellos que en definitiva abandonan la postura pasiva ante
los ataques del capital. Sin embargo esto todavía no es suficiente, falta
“algo”, es una lucha espontánea, falta el elemento determinante que marque un
camino. Muchos de estos luchadores se preguntan ¿qué hacer?, ¿Cómo vencer?,
¿Cuál es el camino?
-El segundo factor, el más importante, es la fusión de esta
vanguardia obrera con la teoría de vanguardia, con el socialismo científico. Es
decir, cuando estos obreros se arman con la teoría revolucionaria y se fusionan
con ella, actuando en base a esta teoría que les marca el camino hacia la
victoria. Ese es pues, el PARTIDO COMUNISTA.
Toda la frustración de derrotas en las luchas, todos los
reveses que desde hace décadas cosecha el movimiento espontáneo se debe a la
ausencia de desarrollo del Partido Comunista. Si hubiese un partido comunista
sólido, férreo en sus fundamentos leninistas no cabe duda de que no nos
encontraríamos ante la inexistencia de la más mínima conciencia de clase, ante
los 6 millones de parados, ante las constantes agresiones de la burguesía que
no reciben una respuesta organizada, o cuando la reciben de las organizaciones
existentes que no son el Partido Comunista, no pasa del mero derecho al
pataleo.
Es decir, sin el Partido Comunista que fusione a la vanguardia con la teoría de vanguardia y que eduque revolucionariamente al resto de la clase obrera, marcándoles el camino, nunca llegaremos siquiera a suponer una amenaza para el orden social burgués. Pueden cambiar los peleles de la burguesía que se sienten en el Parlamento, pero el obrero nunca se planteará la necesidad real de conquistar el poder político y luchar por el socialismo. A los hechos actuales nos remitimos para confirmar la justeza de esta aseveración. El marxismo es todopoderoso porque es cierto, y la realidad lo confirma una vez tras otra.
Es decir, sin el Partido Comunista que fusione a la vanguardia con la teoría de vanguardia y que eduque revolucionariamente al resto de la clase obrera, marcándoles el camino, nunca llegaremos siquiera a suponer una amenaza para el orden social burgués. Pueden cambiar los peleles de la burguesía que se sienten en el Parlamento, pero el obrero nunca se planteará la necesidad real de conquistar el poder político y luchar por el socialismo. A los hechos actuales nos remitimos para confirmar la justeza de esta aseveración. El marxismo es todopoderoso porque es cierto, y la realidad lo confirma una vez tras otra.
Por tanto para avanzar en la lucha de clases hace falta que
esos elementos de la vanguardia espontánea contribuyan a desarrollar el
P.C.O.E. ¿Y por qué el PCOE diréis?
Porque a día de hoy es el único Partido Comunista en el
Estado burgués español fiel a los fundamentos del leninismo, que cumple su
función de educar revolucionariamente a las masas. Otras organizaciones han
desertado de dicha función, no hablan de política a las masas, su función se
reduce a la lucha económica(es decir, por la mera mejora de condiciones
laborales) siendo poco menos que el apéndice de un sindicato, y encima un
sindicato malo.
Es decir, han desertado de los tres ejes en que debe basar
su actuación un Partido Comunista y Obrero:
-
la lucha económica: lucha entre trabajador y
empresario)
-
la lucha ideológica: lucha contra la ideología y
psicología burguesas en el obrero y contra las tendencias que introducen
ideología burguesa desde ese mismo movimiento obrero
-
-la lucha política: la conquista del poder político, no
a través del Parlamento ni Ayuntamientos burgueses, sino a través de nuevos órganos
de poder obrero y popular llamados a derribar la actual maquinaria del Estado
que sólo produce opresión, corrupción y agresiones a los escasos derechos que
el capitalismo concede a los obreros
Por tanto el método leninista es la combinación del estas
tres formas de lucha. Todos los que desertan de este método, se desesperan al
ver que la conciencia de clase no avanza, se desesperan al ver como involuciona
la mentalidad de los trabajadores. No han comprendido nada. Es lo más lógico
del mundo que sin Partido Comunista se produzca esto, porque espontáneamente la
conciencia de clase nunca va a nacer. Es decir, su praxis errónea los lleva a
crear todo lo contrario a lo que debería: crean ideología burguesa y tras la frustración
se alejan aún más de la clase obrera al calificarlos como borregos, como
reaccionarios, etc. Es decir, culpan a la clase obrera de sus fallos, de su
traición a los fundamentos del leninismo.
Para que todo esto cambia, para que se produzca un giro en
la situación, es necesario fortalecer al PCOE. Es necesario que la vanguardia
espontánea de las luchas comprenda la necesidad de ingresar en su Partido, que
es el Partido de la clase obrera y que sirve a sus intereses objetivos. Es el
Partido armado con la ciencia de la revolución, la ciencia de la lucha de
clases y es realmente el único que proporciona una alternativa real al podrido
sistema capitalista.
Por ellos hacemos un llamamiento a la clase obrera de
Sevilla, a que fortalezcan las filas de su Partido Comunista: el PCOE, como el
arma que llevará al proletariado a la victoria frente a las oscuras fuerzas del
capital. Ya no caben medias tintas, es socialismo o extinción de la humanidad,
el capital lo único que nos tiene reservado es la barbarie, el paro, la guerra,
la represión, los desahucios, y miles de etcéteras.
Nosotros, la clase obrera, que somos los que hacemos
funcionar la sociedad no tenemos porqué seguir aguantando recibir todos los
palos, es hora de mandar al basurero de la historia al capitalismo y a sus
lacayos. La herramienta para ello es el Partido Comunista, el PCOE.
LA LUCHA
POR EL SOCIALISMO ES LA ÚNICA POSIBILIDAD DE
VICTORIA. ¡OBRERO, ÚNETE A LAS FILAS DEL PARTIDO COMUNISTA!
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