Vuelve
la farsa electoral burguesa el próximo 25 de Noviembre a tierras
catalanas bajo el impacto brutal de la crisis capitalista que golpea al
conjunto del proletariado y clases populares, con el añadido de un no
menos proceso plebiscitario tramposo puesto en marcha por el
representante de Caixabank y Fomento del Trabajo -el actual Presidente
de la Generalitat- que, jugando con los sentimientos del pueblo
trabajador catalán, pretende obtener mayores cuotas de poder de la
oligarquía en Cataluña mediante el uso del reaccionario nacionalismo
burgués.
El
conjunto de formaciones burguesas que presentan candidatura a las
elecciones al Parlament dejan bien claro en sus propios programas que
sólo los monopolios y la banca, es decir, el gran capital, estarán
presentes en este nuevo engaño al pueblo trabajador. Desgraciadamente,
la clase obrera continúa sin representación política, sin organización
de clase y sometida a la putrefacta ideología dominante. Respecto a las
organizaciones oportunistas, como no podía ser de otra forma, se limitan
a presentar propuestas irreales con tal de gestionar un capitalismo
caduco y criminal, cayendo en el juego nacionalista inoculado desde la
Generalitat y la Moncloa, posicionándose como fieles servidores de la
clase dominante que nos desgobierna.
Es
tal el grado de hipocresía y corrupción de la superestructura burguesa,
reflejo de la profunda crisis que corroe la base económica capitalista,
que ya en estos momentos podríamos anticipar sin mayores problemas los
resultados que obtendrán todas las formaciones capitalistas y
oportunistas el próximo 25N.
Frente
a la realidad insoportable que vive el conjunto de las masas laboriosas
catalanas, dónde la sobreexplotación y la miseria de los trabajadores
se extienden por todo el territorio catalán, el PCOC reafirma hoy más
que nunca su fidelidad indestructible a los principios emanados del
socialismo científico, oponiéndose frontalmente al veneno nacionalista y
haciendo del irrenunciable internacionalismo proletario el mejor
antídoto contra los explotadores de Madrid y Barcelona.
Por
todo ello, hacemos un firme llamamiento al pueblo trabajador y clases
populares catalanes, brutalmente golpeadas por la oligarquía galvanizada
en las estructuras imperialistas de la UE, a fin de que no participen
en la legalización de nuevos ataques burgueses contra las condiciones
laborales y vitales de los trabajadores, a fin de que no caigan en el
cebo de una cínica guerra de banderas ajena a los principios de
solidaridad y unidad que definen históricamente al movimiento obrero del
Estado español. Es imprescindible romper la táctica, fríamente
calculada por la oligarquía dominante, que sólo pretende desviarnos de
nuestro objetivo emancipador; es imprescindible que los trabajadores, la
juventud proletaria y las clases populares emprendan el camino hacia la
organización del poder popular. No hay más salida para acabar con la
barbarie capitalista desatada por la oligarquía financiera, grandes
patrones, gobierno y cúpulas sindicales traidoras y oportunistas.
El
PCOC, siguiendo su táctica de masas encaminada a destruir la actual
maquinaria antiobrera y antipopular, insiste en que la única vía hacia
la liberación social y nacional del pueblo trabajador catalán radica en
la sólida organización de los trabajadores y sus órganos
representativos, al objeto que estos se fundan en una gran estructura
democrática que ponga los pilares del poder popular. El movimiento
obrero ha de tomar con urgencia la iniciativa, organizándose de forma
independiente en una Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores que
hunda sus raíces en los centros de trabajo y se encamine hacia un
movimiento sociopolítico unitario. Si los trabajadores no procedemos de
esta forma sólo podemos esperar la extensión de la esclavitud
asalariada, el paro y la miseria generalizada. Del mismo modo y en un
proceso ininterrumpido, las clases populares deben caminar hacia la
conformación de Asambleas Populares en nuestros barrios.
Trabajadores,
juventud, pensionistas, autónomos, hemos de caminar juntos y en un solo
puño hacia la construcción de nuestras estructuras de poder popular,
confluyendo en un poderoso Frente Único del Pueblo que garantice el
camino hacia el socialismo y, por tanto, que garantice el reconocimiento
en pie de igualdad del inalienable derecho a la autodeterminación de
Cataluña.
El
PCOC, al tiempo que defiende sin embudos la abstención consciente y
militante este próximo 25N, quiere dejar claro que en ningún caso está
contra la participación de los comunistas en las elecciones burguesas.
Participará en ellas en tanto las condiciones nos permitan utilizarlas
como tribuna popular, denunciando el carácter reaccionario que en la
etapa imperialista representa la institucionalidad burguesa.
Este nuevo circo electoral, ya lo definió con exactitud Lenin;
“La
burguesía se ve obligada a recurrir a la hipocresía y a denominar
“poder de todo el pueblo” o democracia general, o democracia pura
(burguesa), o la república democrática, al régimen que en realidad
impone a las masas trabajadoras la dictadura de los explotadores, la
dictadura de la burguesía (…) Pero los marxistas, los comunistas, la
desmienten y expresan a los obreros y masas trabajadoras, sin embudos,
toda la verdad; en la práctica la república democrática, la Asamblea
Constituyente, las elecciones populares etc., significan la dictadura de
la burguesía, y para que el trabajo se libere del yugo del capital,
de las mentiras, falsedades e hipocresías de la democracia burguesa que
rige para los ricos y ofrecer democracia para los pobres, es decir,
conseguir que los obreros y campesinos pobres tengan un acceso verdadero
a los beneficios que otorga la democracia, mientras ahora (incluso en
la república burguesa más democrática) la enorme mayoría de trabajadores
no pueden en la práctica gozar de tales beneficios”
El
PCOC no quiere el cambio de unos explotadores por otros ni gestionar un
régimen caduco y criminal, sino lanzar este modo de producción senil, a
su oligarquía dominante y a sus lacayos políticos al basurero de la
historia. Los comunistas del siglo XXI, hoy como ayer, reiteramos que
para nosotros no se trata de reformar la propiedad privada, sino de
abolirla; no se trata de paliar los antagonismos de clase; sino de
abolir las clases; no se trata de mejorar la sociedad existente, sino de
establecer una nueva.
POR UNA ABSTENCIÓN ACTIVA EL 25N
CONSTRUYAMOS PODER POPULAR, CONSTRUYAMOS LA ACDT Y EL FUP
VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA
VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO
SOCIALISMO O BARBARIE
COMITÉ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA
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