Este año se cumple el 40 aniversario de
la fundación del Partido Comunista Obrero Español. Toda una vida llena
de vicisitudes provocadas por las inferencias de un Movimiento Comunista
Internacional, en franca decadencia ideológica y orgánica, al que los
efectos más perniciosos, como consecuencia del abandono del leninismo,
lo empujó por la senda de los hábitos contrarrevolucionarios, expresados
en la práctica de las malas artes en las relaciones entre partidos que
se suponen hermanos en ideología.
Desde
el mismo día de su creación, y debido a su manifiesta fidelidad a los
principios marxistas-leninistas, el PCOE se convirtió en el blanco de
los partidos eurocomunistas, que no cedieron en su empeño por impedir
nuestro reconocimiento internacional, a la vez que interponían
obstáculos de todas las clases para frenar nuestro desarrollo en el
Estado español, con el único propósito de que en nuestro país no
prosperase un verdadero partido comunista marxista-leninista.
Pero
las zancadillas no provenían exclusivamente de aquellas organizaciones
que diferían de nuestros postulados marxistas-leninistas, también, y
esto es lo más penoso, los malos tratos los recibimos de aquellos que se
autotitulaban leninistas u ortodoxos, pero que con la excusa
ignominiosa, de no ser oficiales, se comportaron como enemigos de las
posiciones leninistas, utilizando el silencio, el desprecio, las
maniobras, etc, haciendo causa común con el eurocomunismo.
Desde
entonces, la existencia del PCOE ha transcurrido consagrada a la
defensa del marxismo-leninismo por encima de todo, en cuyo proceso se ha
ido depurando, liberándose de arribistas, falsarios unificadores,
actualizando su programa, a veces con antelación al resto de partidos, a
la par que sin hincar las rodillas ante nada ni ante nadie, ha
defendido la necesidad de reconstruir un nuevo MCI, libre de toda las
antiguas usanzas; sin embargo, en nuestro caminar, hemos observado que
aún hay partidos que no se han desprendido de los viejos vicios, que
practican la injerencia, que con criterios subjetivos pretenden
determinar quién debe pertenecer al grupo de elegidos, y quien no, y hay
partidos que careciendo de personalidad suficiente para obrar en
conveniencia, se dejan conducir por otros u otros argumentos, al margen
de los principios revolucionarios, para también comportarse
selectivamente.
Al
conmemorar nuestro cuarenta aniversario, reiteramos una vez más nuestra
propuesta de avanzar hacia un MCI acendrado, basándose en el
marxismo-leninismo. Al mismo tiempo que afirmamos que el PCOE esta
dispuesto a debatir en fraternal camaradería con quienes tengan
argumentos para criticar algún aspecto de nuestra política o de nuestra
ideología. Esa ha sido nuestra constante y esa seguirá siendo.
C.C. DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL
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